La Bodega Conde de los Andes, situada en Ollauri, en el corazón de Rioja Alta, es una joya histórica y vinícola que combina siglos de tradición con técnicas modernas de vinificación.
Fundada originalmente en 1896 por Federico Paternina, esta bodega ha sido renovada y gestionada por la familia Murúa desde 2014. Este enclave histórico ha retomado la producción bajo la marca histórica Conde de los Andes, integrando la modernización sin perder de vista la rica herencia vinícola de la región.
El complejo de la bodega incluye tres edificios antiguos y una extensa red de calados subterráneos que se extienden por más de un kilómetro. Estas impresionantes cuevas subterráneas, algunas de las más antiguas y extensas de Rioja, albergan cientos de miles de botellas de añadas históricas, con algunas datando desde 1892. Estos calados no solo son un testimonio de la dedicación a la vinificación a lo largo de los siglos, sino que también representan un vínculo tangible con el pasado, ofreciendo una experiencia única para los visitantes.
Los vinos de Conde de los Andes representan una nueva interpretación de los vinos de Rioja Alta, elaborados a partir de pequeñas parcelas de viñedos viejos situados en zonas altas. La bodega produce una gama de vinos tintos, blancos y semidulces que destacan por su frescura, complejidad y respeto por la tradición. Estos vinos son el resultado de un cuidadoso proceso de selección y vinificación que busca mantener la esencia de los terroirs únicos de la región. Además de su producción vinícola,
Conde de los Andes ofrece experiencias enoturísticas únicas. Los visitantes pueden explorar sus históricos calados, disfrutar de catas de vino y sumergirse en la rica cultura vinícola de la región. Las visitas guiadas destacan no solo el proceso de vinificación, sino que también ofrecen un viaje sensorial a través de la historia de Rioja, con oportunidades para degustar vinos de cosechas históricas y contemporáneas.