La cepa y el cielo determinan el inicio de la vendimia en Vilano
Cuando la uva está lista para ser recogida y el tiempo lo permite se oye en Pedrosa de Duero: “la bodega ya ha abierto”. Y comienza la “bendita locura”.
En el mismo campo, viticultores de tercera y cuarta generación van seleccionando los mejores racimos, como antaño, con la intuición que otorga la experiencia y destreza del que ha dedicado toda la vida al cuidado de la uva.
Previa cata en depósito y evaluación de sus cualidades de envejecimiento, los vinos se separan y clasifican reservando los de mayor potencial de guarda el destino de convertirse en crianzas, reservas o grandes reservas.
Una vez llegado a este punto, se seleccionan las barricas de roble francés y americano, incluso algunas de roble procedente del Centro y Este de Europa, para dar el envejecimiento más adecuado a cada estilo de vino. Todo ello en un lugar tranquilo, sin luz ni ruidos y a una temperatura constante.
Y una vez alcanzado el punto de madurez optimo, se embotella y etiqueta para el disfrute de sus admiradores.
Aunque también elabora Blancos y Rosados, en este articulo vamos a conocer su insignia y tradición, sus vinos tintos.
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