Podría ser la bebida del verano, recién llegada a España de la mano de Brown Forman, y aunque gracias a esta gran idea del Grupo propietario de la emblemática destilería Jack Daniels, seguro que crece en popularidad, hoy os vamos a contar la historia de la Lynchburg Lemonade y os enseñaremos a prepararla vosotros mismos, ya que, si no estáis Cataluña, aun tendréis que esperar un poco a que llegue a vuestros bares favoritos.
La curiosa historia de la Lynchburg Lemonade comienza en el Restaurante Alabama en 1980, regentado en aquellos días por su propietario Tony Mason. Según Mason, el fue el creador de esta receta, aunque al parecer, según él en 1982 un comercial de la marca le robo la receta. Un año después, la compañía Jack Daniel´s realizo una fuerte campaña de marketing para promover la bebida.
El caso, es que la titularidad de la propiedad de la receta, llevo a Mason ante los tribunales en 1987 en el famoso caso Mason v. Jack Daniel Distillery, donde Mason presentó una demanda en el Tribunal de Circuito del Condado de Madison, solicitando más de 13 millones de dólares en daños en daños compensatorios y punitivos por malversación de su receta. El tribunal falló a favor de Mason, pero decidió no otorgarle dinero.
Después del juicio, el juez presidente ofreció pagar a Mason un dólar de su propio bolsillo, el cual Mason rechazó. En Mason v. Jack Daniel Distillery, Mason apeló la decisión ante el tribunal de apelación civil de Alabama, que determinó que Mason podía tener derecho a más de daños compensatorios nominales y anuló la decisión, ordenando un nuevo juicio. El nuevo juicio resultó en una rotunda victoria para la destilería Jack Daniel´s, con lo que el bueno de Mason, o no tan bueno, tuvo que desistir de su empeño y desistir de sus pretensiones.
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