Italicus se desarrolló respetando la tradición, de forma artesanal, pero con el ojo puesto en los tiempos modernos y en el uso que se puede hacer de el detrás de una buena barra.
Los ingredientes principales de Italicus son el cedro siciliano y la bergamota de Calabria, los cuales, se procesan mediante una técnica llamada "Matiz", la cual consiste en tomar las pieles secas de ambos cítricos y realizar una infusión en agua fría para liberar los aceites esenciales, antes de ser mezclados con alcohol neutro, estrictamente de origen italiano.
A continuación, el resto de sus ingredientes, (manzanilla romana, lavanda, genciana, rosas amarillas y bálsamo de limón) todos estrictamente italianos, se maceran juntos durante unos días antes de agregarse al líquido final.
Italicus se produce en una destilería familiar la cual elabora destilados y licores artesanos desde 1906 y se encuentra en Moncalieri, cerca de Turín.
Su llamativa botella fue diseñada por Stranger & Stranger y está hecha de vidrio templado de color aguamarina con inserciones decoradas en la etiqueta. La referencia a la italiana es también clara en el diseño artístico que está inspirado tanto en el período románico como en el Renacimiento.
Solo unos meses de su lanzamiento, Italicus comenzó a triunfar en los concursos de bebidas espirituosas ganando premios, entre los que se incluye en los Tales of the Cocktail Spirit Awards 2017 como "Mejor Espíritu Nuevo del Año".
Y para que comencéis a disfrutar de este fantástico licor, os dejamos las recetas de dos cocteles que impresionaran a cualquier invitado.
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