El regreso de los aperitivos amargos

El gran éxito cosechado por las bebidas elaboradas con Aperol y Campari han abierto la puerta a otras bebidas amargas para dejar su huella en el mundo de los Spirits.

El arte de infusionar hierbas, especias y raíces en el alcohol es una práctica que data del antiguo Egipto. A lo largo del tiempo, estos elixires amargos fueron recetados y consumidos como un medicamento. El Angostura Aromático Bitters, quizás el amargo más famoso de todos, se creó en los años 1820 para tratar los trastornos estomacales que los militares sufrían mientras se adaptaban a la dieta caribeña.

Pero a día de hoy, las bebidas amargas son mucho más que un aperitivo. La amargura en las bebidas ya no es algo que se deba enmascarar con dulzura, es un atributo para celebrar. Con el paladar abierto por la ginebra, los bebedores están cambiando sus cócteles dulces por estilos más secos, más herbáceos y sabrosos de bebidas.

Si bien los grandes licores italianos como son el Aperol y el Campari, han encabezado el crecimiento en la categoría, los consumidores están cada vez más interesados en los amaros artesanales que usan sabores locales. En 2018, las ventas de Aperol se dispararon un 28,1%, reforzadas por el continuo crecimiento en sus principales mercados europeos. Campari aumentó sus ventas en un saludable 5.1%, gracias a la creciente popularidad de cócteles como Boulevardier, Americano y Negroni, que cumplió 100 años en 2018.