La obsesión por el territorio se materializa en las tres bodegas, dos regiones donde se practica una viticultura sostenible y donde la vocación por los vinos vinculados al origen es el centro de todo.
En Proelio, buscan elaborar vinos con tipicidad, a partir de territorios privilegiados poco explorados. Tras un minucioso estudio adaptan cada labor agrícola a lo que requiere cada parcela. Son viñas propias de alta gama situadas en altitud, sitios frescos de viñas viejas que se trabajan con mimo para lograr unos vinos inimitables, pero a la vez, que hablen de esta Rioja.
Una materia prima que es un verdadero tesoro, y como tal se trata en la bodega para elaborar los vinos. Riojas cargados de una tipicidad que marca la Naturaleza y el hombre interpreta.
Nivarius, es frescura y, si hablamos de vino, fruta fresca y acidez natural, elementos esenciales de vinos con carácter y capacidad de guarda. Atentos a las palabras de Roberto, nos explica que también es un proyecto de recuperación de patrimonio. Así, la maturana blanca, una variedad que estaba prácticamente extinta en el territorio, es uno de sus pilares, junto con las cepas viejas de viura y garnacha blanca que se encuentran dispersas en cabezadas de viñedos tintos.
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