Llegamos a Nalda, cuando se acercaba la hora del aperitivo, después de 5 horas en coche, el madrugón y las innumerables cabezaditas que echamos en el camino.
Allí nos estaba esperando Ciro, nuestro anfitrión.
Antes de comenzar nuestro periplo, tuvo el detalle de recibirnos con una cervecita bien fresquita, Palax, cerveza artesana que también elaboran ellos. Y es que esta visita parece ser una caja de sorpresas.
Después del refrigerio, entramos en materia, visitando varios de los viñedos de los que es propietaria la bodega, y aunque ya sabíamos lo que nos esperaba, durante toda la visita, no vimos ni un solo viñedo de uvas tintas, ya que, en esta bodega, Nivarius, solo se elaboran vinos blancos.
El primer viñedo que visitamos fue Finca la Nevera, situado a 800 metros orientación norte. 4,5 hectáreas de Maturana Blanca, variedad de uva oriunda de la zona, la cual cayo en el olvido debido a su bajo rendimiento y que ahora renace de la mano de esta bodega.
Comments (0)
New comment