Si el negocio al que va dirigida la propuesta de coctelería es un restaurante, se recomienda iniciarse con cócteles de postre y entrehoras, dejando de lado los cócteles de aperitivo en un principio. Otra opción es ofertar solo uno o dos cócteles que no impliquen mucha elaboración, como por ejemplo, un Spritz.
Debemos tener en cuenta que al incluir coctelería en el momento aperitivo, la cadencia de servicio puede verse afectada ya que se acumulan muchas tareas, como son las de recibir a los clientes, toma de comanda, servicio de vinos, etc. Ofertando cócteles más orientados al postre y la sobremesa, influiremos menos en la cadencia de servicio y será más fácil también que nuestros clientes, que no están acostumbrados a tomar cócteles en el restaurante, comiencen a hacerlo. Los Espresso martini son una gran elección para este momento de consumo.
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